viernes, 11 de junio de 2010

pena...

Desde ayer siento una fuerte sensación de tristeza. Un cansancio más allá de lo físico. Una llamada al móvil de una persona querida y por otro lado de un extraño.
Siempre espero una palabra, una frase que me reconforte de tanto dolor o de la inmensa pena. Cuando la conversación ha finalizado siempre me invade el mismo sentimiento. Un desapego hacia mí que se me hace incomprensible. Nunca he tenido ese sentimiento hacia nadie querido, así que el hecho de que un ser querido y ahora extraño, lo manifieste en relación a mi persona, me hace sentir aún más pena y desilusión.

La rabia, la impotencia o la frustración, los celos en un principio, todo ello ha quedado lejos, pero ese vacío se ha llenado de una inmensa pena.

Qué pena de familia¡¡¡