En algún momento de nuestra vida siempre existe un antes y un después.
Un punto de inflexión a partir del cuál todo parece o se vislumbra de otra manera.
Ese día ha existido en mi vida y precisamente fué el día que motivó mi anterior entrada.
Todo o nada ha cambiado. Pero el presente parece mucho más excitante: se muestra tal cuál es¡¡¡